El fin de semana se ha saldado con un balance muy negativo para el movimiento Ocupa Wall Street. La policía ha desmantelado cuatro campamentos y detenido a cerca de 70 personas después de duros enfrentamientos. Al borde de la medianoche del domingo (hora local) la cifra de trasladados a la comisaría no era definitiva porque las operaciones policiales seguían su curso.
El campamento de Salt Lake City (Utah), el de Denver (Colorado), los de Saint Louis (Misuri) y el de Portland (Oregon) ya son historia. En el caso de este último hicieron falta dos intentos para su desmantelamiento ya que los activistas resistieron una primera intervención policial. En el campus de Berkley (California), decenas de activistas fueron detenidos cuando se manifestaban a favor del movimiento Ocupa Wall Street, que en los últimos días parece estar moviendo sus bases de las plazas públicas a los centros universitarios forzado por los desalojos.
En Berkley distintas fuentes informaron de que las autoridades de la universidad habían dado permiso a los activistas para quedarse toda una semana siempre y cuando no instalaran tiendas de campaña o emplearan cocinas o estufas que dieran la impresión de que la gente vivía allí. Sin embargo los manifestantes votaron a favor de desobedecer esa orden y establecieron un campamento denominado Occupy Cal (Ocupemos California). Los canales de televisión mostraban imágenes de la policía arrastrando a los manifestantes fuera de las escalinatas del campus y golpeando con porras a algunos que coreaban consignas como “somos el 99%”.
Las autoridades de los distintos Estados que han decretado desalojos están tomando diferentes opciones de cara al futuro. En Utah, se permitirá a los indignados que regresen durante el día pero no podrán pernoctar. Mientras, en Oakland (California), donde se ubica uno de los campamentos más grandes del país, los manifestantes ignoraron el aviso de evacuación decretado tras el asesinato a tiros de un joven el pasado jueves en las cercanías del campamento. Las autoridades han anunciado que arrestarán a todo aquel que intente pasar la noche en la plaza.
El movimiento por lo demás, hace tiempo que dejó de llamarse Occupy Wall Street, y ahora incluso lo smass media se refieren a menudo a él como “The Occupy Movement” (http://www.occupytogether.org/). La fórmula inicialmente propuesta por Adbusters en su llamamiento a ocupar la zona financiera ha resultado sorprendentemente fructífera para la proliferación del movimiento más allá de Wall Street. Lejos de reproducirse la posible ‘fetichización’ del espacio enemigo que estaba implícita en Occupy Wall Street, la aplicación del verbo ‘ocupar’ a cualquier otra cosa ha permitido una explosión imaginativa y viral que nos ha llevado desde los primeros “Occupy Chicago, Boston, Los Angeles”, pasando por “Occupy Schools”, “Occupy Marines” u “Occupy the ‘Hood” (ocupa el suburbio), hasta el contundente “Occupy Everything”. Este último eslogan es quizá el que más lejos lleva esta lógica de proliferación y desbordamiento que de pronto sustituye lo que podría haberse entendido, en términos más tradicionales, como una estrategia de resistencia; sustituye un “no nos moverán” – de nuestras convicciones, espacios, identidades– por un “nos moveremos en todas direcciones”.
Y mientras en la península que sucede. Pues sucede que las movilizaciones continúan, que las personas seguimos artas, pensemos o no en votar y en base a los alegatos expuestos ya en algunas asambleas, puede que existan gentes que desean y pretenden que los procesos de horizontalidad vayan desapareciendo. Puede que haya quienes tras las elecciones piensen que "sus objetivos" están cumplidos y estén ya en la búsqueda de dinámicas de desmovilización paulatina. Con discursos del tipo, ahora la represión puede ser mayor y las asambleas populares tendrán que cambiar o desaparecer en base a la nueva situación política, o en plano desalentador, "comienza el invierno por lo que las asambleas posiblemente no podrán celebrarse", lo cual parte de una posible realidad, el PP en el gobierno puede ser menos "tolerante" y el invierno conlleva problemas climatológicos que dificultaran el desarrollo de asambleas en espacios públicos al aire libre en algunos momentos.
Pero dista mucho el hacer un análisis para buscar alternativas, soluciones, estrategias y dinámicas ante posibles problemas, a los discursos que parten de un echo para minar, dividir y desmovilizar, son planos radicalmente diferentes con respecto a una misma realidad.
Nuestras luchas han de continuar hemos de continuar reivindicando, exigiendo y luchando por el cambio de modelo en el que se potencie lo público frente a lo privado, se establezcan modelos de información y participación democráticos y horizontales, se articule una democracia no secuestrada por los mercados sustentándose en una economía social y ecológica. Siendo conscientes que estamos en un planeta donde los recursos son limitados, donde ya vivimos siete mil millones de personas. Esto implica que, por las buenas (toma de conciencia colectiva) o por las malas (expansión por inoperancia e ineficiencia de los actuales sistemas de la degradación medioambiental) no puede seguir aumentando la producción de bienes y servicios sin aumentar el consumo de recursos naturales, no se puede mantener indefinidamente un consumo superior a lo que la regeneración natural del planeta nos permite, tendremos que ir de los discursos que hablan de economía y políticas medioambientalmente sostenibles a practicas de decrecimiento al ser inviable que se mantenga indefinidamente que el 20 % de la población del planeta este consumiendo el 85% de los recursos naturales del mismo.
Hemos de incidir en las dinámicas de horizontalidad que nos dan las asambleas y hemos de ser conscientes que las dinámicas de movilización, represión, lucha, pueden servir para sumar cada día mas personas concienciadas ante sus problemáticas personales, pero también ante las actuaciones represivas si se producen o ante la arrogancia y prepotencia del poder que pretende legislar y gobernar al margen del pueblo, ante cada vuelta de rosca del sistema en su empeño por recortar los derechos sociales, económicos o políticos al pueblo hemos de ser capaces de conseguir que a su vez implique que nuevas gentes no solamente despierten y tomen conciencia sino que se movilicen y pasen a engrosar las filas de las luchas en pueblos y ciudades. Esa es una de nuestras diferencias no queremos que la gente "despierte" para que otras personas decidan por ellas, queremos que las personas despierten para que sean las protagonistas de su futuro en todos los ámbitos.
Si hay represión habrá que incidir en la movilización, si o si, lo que implica que si mañana nos echan de una plaza pasado mañana se vuelve. Si hace frío, llueve o nieva, pedimos los espacios donde podamos continuar nuestras asambleas ya sean en salones de actos de colegios, bibliotecas, centros culturales o sociales y de la solicitud pasamos a la exigencia a la protesta o la ocupación de los mismos, los convertimos en nuevas áreas a sumar a la lucha y si existen espacios públicos abandonados por la desidia de la especulación o las administraciones pues nos planteamos el reapropiarlas para darles un servicio para el pueblo donde se pueda desarrollar actividades de forma horizontal. En cada barrio, en cada distrito, en cada pueblo o en cada ciudad tenemos que hacer un análisis en base a nuestra propia realidad y posibilidades, pero lo que no es de recibo, es el discurso de al mal tiempo buena cara y vayamos acabando con esto señores, volvamos a nuestras casas y dejemos en manos de quienes nos mienten y engañan la toma de medidas y decisiones aunque sean para sumirnos mas en la miseria cultural,económica y social.
Realmente puede que comience a ser el momento mas proclive para la expansión de las luchas y quizás a sabiendas es cuando se intenta hacernos creer que estamos en bucles sin salida, lo cual hoy día es falso. Quizas llegue a gobernar la derecha real y deje de gobernar la socialdemocracia que hace demasiado construyo una imagen irreal para hacer creer al pueblo que había un gobierno de izquierdas tras una mascara de políticas neoliberales dándonos una de cal (algún servicio publico) y mil de arena (políticas económico-sociales neoliberales, para los mercados y el capital, dejando las migajas para el pueblo).
También a nivel internacional se habré un nuevo frente de preocupación, el Estado de Israel sustentado por el poder económico financiero judío a nivel mundial empieza a lograr apoyos. Históricamente cuando el planeta entra en convulsiones sociales, económicas y políticas, sumando a ello el crecimiento en numero de habitantes del planeta, antes enunciado, nos encontramos ante una situación que por desgracia se ha solucionado a través de una vía de escape para la vergüenza de la condición de personas y esa vía se llama guerra.
Estados Unidos ha decidido elevar considerablemente el tono de sus amenazas contra Irán, llegando a advertir que “la opción militar crece” y que el cambio de régimen es inevitable.
La embajadora de EE UU en la ONU, Susan Rice, declaró a la cadena BBC que la posibilidad de una intervención militar en Irán, no solo no está fuera de la mesa, sino que es “una opción real que está creciendo por culpa del comportamiento iraní”.
Rice no quiso especular sobre si esa intervención sería llevada a cabo por EE UU, por Israel o por los dos de forma conjunta, pero sí insistió en que la Administración norteamericana está llegando a la conclusión de que será necesario acabar con el actual régimen de Irán.
La estrategia no ha funcionado hasta ahora. El presidente Obama abordó ese tema en su reunión con Dmitri Medvédev y Hu Jintao durante la celebración en Hawai de la cumbre de la Cooperación Asia-Pacífico (APEC), sin obtener muy buenos resultados.
Sentado junto a Medvédev, Obama dijo que ambos habían “reafirmado su intención de trabajar para conseguir una respuesta común” sobre Irán. En su reunión con Hu, el presidente norteamericano señaló que tanto él como el presidente chino coinciden en la necesidad de que el régimen iraní “cumpla con las normas y las reglas internacionales”.
Pero no hemos de bajar la guardia hemos de sumar a nuestras reivindicaciones, el no a la guerra, los pueblos, tenemos que acabar con los mercados que llevan a políticas que minan los recursos del planeta, matando a miles de personas en los países no desarrollados y acabando con los derechos de las personas en los mal llamados "desarrollados", pero no podemos ni debemos asumir mas guerras que únicamente pretenden distraer la atención de la realidad y que solamente sirven para que la barbarie de la sin razón intente continuar avanzando en todo el planeta Tierra.