Ante la visita del Papa Benedicto XVI
El Papa Benedicto XVI llega a Madrid con su mensaje “evangelizador”. El cual en base al respeto a la libertad religiosa no tendría porque generar controversias para las personas no católicas.
Pero sin embargo las suscita por desgracia.
El Papa de la iglesia católica viene a manifestar que su mensaje es “la verdad” y no se acepta desde el ámbito de la institución católica, que dicha aseveración es a todas luces falsa.
La palabra del Papa Benedicto xvi tendría que ser “su verdad” y dicho termino debería hacer referencia a las personas que se encuentran dentro del campo del catolicismo, exclusivamente.
Pero ni siquiera es así, por desgracia para los católicos progresistas y no dogmáticos, pues las palabras del Papa son una ofensa para aquellos creyentes que tienen una visión de la fe que no se adapta ni acepta los cánones que el sector dominante en la institución intenta transmitir o imponer en base a sus criterios neoconservadores y contrarios a planteamientos de progreso para personas y pueblos.
El Papa neoconservador se aferra a una visión de la religión similar a la que llevo a Galileo ante la inquisición. Se quiere ver la curia vaticana como el centro del universo y desean que la realidad gire alrededor de su visión de las cosas, de poco agrado aceptan el compartir sus creencias con las de otras religiones las cuales tendrían que tener sus mismos derechos.
Vivimos momentos claves quizás para la humanidad y la iglesia Católica poco por no decir nada esta aportando para posibilitar un mundo mas humano y mas digno.
Parece que sus ideales están en la defensa de los intereses de quienes oprimen y explotan a las gentes, Parece que su mensaje “evangelizador” se aleja de la palabra del que fuera su mesías y la lucha por la defensa de los pobres y los mas débiles.
Es triste que Europa se encuentre en una recesión la cual pretende que las personas pierdan derechos adquiridos durante muchos lustros de lucha y sufrimiento y el Vaticano, mire hacia otro lado en problemas que tendría que afrontar, pues tienen que ver con la dignidad de las personas y con algo que no podrían obviar, la justicia social.
Y sin embargo hasta el momento en España la iglesia se posiciona al lado de quienes sustentan el capital y los mercados.
El Papa viene a un lugar en donde la iglesia “oficial” apoyo un golpe de estado contra la voluntad de un pueblo.
A un lugar donde Obispos levantaban el brazo realizando el saludo fascista y donde se veneraba desde la institución católica a un dictador que llevo a la cárcel y firmo penas de muerte para muchas personas luchadoras por la libertad.
La justicia del tiempo a través de la historia no puede ser obviada, en estos momentos donde las personas nuevamente están alzando sus corazones hacia la conquista de la justicia y la libertad, personal y colectiva, cuando se desea que la palabra Democracia realmente ocupe el lugar que corresponde a su definición, no en la Península Ibérica, sino en los pueblos y ciudades de Europa y el mundo donde las personas se movilicen por lograr que democracia sea realmente, gobierno del pueblo.
Es triste no sentir que la iglesia no muestre apoyos para que el pueblo sea quien gobierne sus destinos, acepte y sustente con sus actitudes al sistema de las crisis, al sistema de la destrucción de la diversidad biológica y cultural, al sistema de la injusticia y las mentiras, al sistema de los mercados y del capital.
Es triste que el Papa de la iglesia católica venga a nuestra Península Ibérica y partidos en aparente disputa en el teatro de la política (PSOE, PP) se hayan puesto de acuerdo para intentar acallar la voz de Madrid, cerrando el punto de información que se había creado para la coordinación ciudadana, vecinal y asamblearia surgida de la voluntad de miles de personas reunidas en asambleas de barrios y pueblos.
Para finalizar que mejor forma de hacerlo que con un pequeño extracto de la obra de teatro de Bertolt Brecht “Vida de Galileo Galilei” donde el inquisidor, lo que vendría a representar el poder instituido de la curia, azuza para que se condene al “hereje” pues sus teorías ponen en peligro toda la estructura filosófica y social de la Iglesia-institución al servicio de una jerarquía inhumana en su estructura.
Inquisidor- Vuestra santidad quiere comunicar a los doctores de todas las facultades, a los representantes de todas las Santas Ordenes y del clero, aquí reunidos, que con su inocente fe en la palabra de Dios, han venido a escuchar a Vuestra Santidad la confirmación de su fe, que las Escrituras no pueden tenerse mas por verdaderas.
El Papa- No dejare que hagan trizas la tabla de calculo. No.
El Inquisidor- Esa gente dice que se trata de la tabla de calculo y no del espíritu de la rebelión y de la duda. Pero no son las tablas de calculo. El mundo está sobrecogido por una aterradora inquietud. Es la inquietud de sus propias mentes que la transmiten a la inmóvil tierra. Ellos gritan; Los números nos obligan Pero, ¿de donde provienen esos números? Todos saben que provienen de la duda. Esos hombres dudan de todo. ¿Debemos acaso fundar la sociedad humana en la duda y no en la fe? <<Tu eres mi señor, pero dudo si eso esta bien>> <<Esa es tu casa y tu mujer, pero dudo si no deben ser míos,>> Por otra parte, el amor que profesa Vuestra Santidad a las artes, a quien debemos tantas hermosas colecciones, es pagado con vituperios como los que se leen en las paredes de la casa de Roma; <<Lo que los barbaros dejaron de Roma, los Barberini se lo roban>> ¿Y en el extranjero? Dios decidió someter a severas pruebas a nuestra Santa Sede. La política de Vuestra Santidad en España no es comprendida por los hombres poco prudentes; se lamenta de igual modo vuestras desavenencias con el Emperador. Desde hace tres lustros, Alemania es una carnicería, La gente se acuchilla con citas de la Biblia en los labios. Y ahora, que con las peste, la guerra y la Reforma, la cristiandad ha quedado reducida a unos pequeños grupos, corre por Europa el rumor de que Vuestra Santidad ha concertado una alianza secreta con la Suecia luterana para debilitar al Emperador católico. Y en ese momento, esos gusanos matemáticos enfilan sus tubos al cielo y proclaman al mundo que Vuestra Santidad esta errando, aquí, en el único lugar que aun nadie le disputa. Uno podría preguntarse: ¿por qué de pronto, tanto interés por una ciencia tan ajena como la astronomía? ¿No es indiferente acaso como giren nuestras esferas?. Pero no hay nadie en toda Italia, ni siquiera el ultimo de los palafrenos, que no chacharee sobre las fases de Venus, por el mal ejemplo dado por ese florentino, y al mismo tiempo no piense en tantas de esas cosas que se le señalan como indiscutibles escuelas y en otros lugares y que son tan fastidiosas. ¿Qué pasaría si todos esos débiles a la carne e inclinados a todo exceso, solo creyesen en su propia razón, que ese loco define como la única instancia? Comenzando por dudar si el Sol se detuvo en Gabalon, ellos quisieran ejercitar sus innumerables dudas con las colectas. Desde que navegan –y no tengo nada contra ello- depositan sus confianza en una esfera de latón que llaman brújula y ya no mas en Dios. Desde joven, ese Galilei escribía sobre las maquinas. Con las maquinas quiere hacer milagros. ¿Qué clase de milagros?. De todos modos a Dios ya no le necesitan, pero ¿qué clase de milagros han de ser? Por ejemplo, ya no deberá existir un arriba y un abajo. No lo necesitan. Aristóteles, que para ellos mismos citan: <<Si la lanzadera tejiera por si sola y la púa tocara la citara por si misma, los señores ya no necesitarían siervos, ni los artesanos operarios.>> Y piensan que han llegado a eso. Ese miserable sabe muy bien lo que hace cuando publica sus trabajos de astronomía en la lengua de las pescaderas y de los comerciantes de lana, y no en latín.